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“La coherencia en el entrenamiento”, por Lluís Riera

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“El jugador nos juzga por lo que somos capaces de ilusionar y de transmitir mediante el juego”.

Hoy en día, la sociedad valora a una persona por lo que es capaz de aportar en el modelo socioeconómico actual. Sin embargo, el baloncesto no es una excepción ya que se valoran los entrenadores por los títulos que aportan a las vitrinas o por los partidos que son capaces de ganar. En muchísimos casos y en todos los niveles quedan arrinconados la competencia para formar jugadores, el nivel de innovación o bien la capacidad de transmitir valores a sus jugadores. Pere Casaldàliga, obispo emérito del Mato Grosso en Brasil afirma que “la mayor virtud de una persona es la coherencia”, la capacidad de actuar según sus creencias o de las ideas de la institución a la que representa y con el objetivo de luchar por el desarrollo de las personas que están a su alrededor.

El entrenador debe mostrar una predisposición receptiva y activa dentro pista que enseñe al jugador también a estar. Sin predisposición cualquier no hay evolución ni mejora. En este punto encontramos cosas evidentes como venir coherentemente uniformado. El jugador tiene que ver que el entrenador se prepara incluso él mismo y que, al mismo tiempo que se exige al jugador venga equipado para hacer deporte, este también lo realiza de acuerdo con el club al que pertenece.

Muy importante es la postura ya que la postura transmite. No sentarse a ninguna silla ni sobre los balones ni apoyarse sobre ninguna pared. No basarse en una postura de brazos cruzados o manos en el bolsillo. El entrenador debe mostrarse atento a todas las acciones de los jugadores. Hay que evitar distraerse por cualquier motivo fuera de entrenamiento. El entrenador tiene que utilizar todos los instrumentos que tiene para llegar al jugador. Es importante también que el entrenador se coloque en pista de forma para ver el máximo número de jugadores implicados en el objetivo y que estos perciban que estamos exigiéndoles.

Es importante marcar desde principio de temporada una dinámica en el funcionamiento de los entrenamientos que potencie la concentración y el máximo rendimiento de todos los jugadores. Marcaremos pocas normas pero hay que ser consecuente con estas. Es necesario que los jugadores incorporen como suyas estas pautas y que sean capaces de exigírselas unos a otros, ya que son una parte más de la dinámica de equipo. La clave para la convivencia de un equipo es el respeto entre los elementos que forman parte.

Ante todo, es necesario que los jugadores atiendan con rapidez al entrenador cuando éste se les dirige. Evitar saltar y distraerse cuando habla un entrenador. No solo se trata en escuchar, sino que los jugadores tienen que mirar a los ojos de los entrenadores porque es la mejor manera que tiene éste de saber si se le escucha. Es necesario que el equipo trabaje la atención como un aspecto esencial, tanto con los jugadores que están ejecutando el ejercicio pero especialmente aquellos que están fuera de la corrección o, incluso, fuera del ejercicio. Es muy importante atender a las acciones y los reforzamientos de los compañeros.

Segundo, no poner excusas en las correcciones ni en las decisiones de los entrenadores. Y a menudo no solo son excusas verbales sino que la expresión gestual ya habla por sí misma. Procurar reflexionar ante estas y, en caso de que no se entienda o se comparta, esperar a una pausa o al final del entrenamiento para darle una vuelta.

Y tercero, el ejercicio no termina cuando se realiza la acción principal. No solo en una rueda, el jugador que finaliza es importante sino que el resto son tanto o más importantes. Hay que mantener el nivel de juego, las correcciones y la importancia de los detalles en los pasadores, en los jugadores sin balón o los mismos defensores.

Los refuerzos del entrenador deben ser constructivos valorando los aspectos positivos de la acción e intentando corregir los aspectos negativos. Debemos tener claro cuáles son los objetivos específicos del ejercicio y basarnos en esto para corregir, sin descuidar los objetivos teóricamente alcanzados previamente. Dar importancia a todos los roles dentro del ejercicio y usar los entrenadores ayudantes para poder incidir en el máximo número de jugadores.

Las correcciones deben ser motivantes buscando que todos los jugadores se sientan implicados. Es importante no siempre usar el mismo tono de voz ni las mismas expresiones. De esta manera es bueno no siempre en plural ni en singular ya que hay aspectos colectivos que hay que dirigirse a un solo jugador y viceversa. No todo serán refuerzos positivos ya que se pierde efectividad, sino que a veces hay que hacer algún refuerzo negativo para hacer reaccionar al jugador y que perciba que sus acciones pueden tener una repercusión negativa en el resto del equipo.

Debemos ser completamente coherentes ante las actitudes de los jugadores. Evitar en todo momento carecer el respeto al jugador ni ponerlo en evidencia. No castigar al colectivo por actitudes individuales, pero sí evidenció que su actitud influye en el resto. Llamar en momentos muy puntuales ya que si se llama siempre se pierde efectividad.

¿Cuándo hablar con los jugadores? En muchos momentos de la práctica, pero hay que equilibrar las charlas con el juego. Lógicamente antes y después del ejercicio es un momento clave para poder dirigir la práctica. En la presentación del juego hay que procurar dejar muy claros transmitir los objetivos, la ejecución y la estructura del ejercicio (como por ejemplo, las rotaciones). Y después del juego, es importante valorar el rendimiento de los jugadores y recordar los objetivos pretendidos encadenando con ejercicios posteriores.

OBJETIVOS

METODOLOGIA

PARTE INICIAL
  • Activar física y cognitivamente por el trabajo.
  • Motivar a los objetivos principales de la sesión.
  • Familiarizarse con las tareas propias de los objetivos de la sesión.
Calentamiento con juego global de introducción a los fundamentos principales de la sesión

Carga creciente para llegar a la parte central suficientemente concentrados y activados

Opción de hacer estiramientos activos y series de activación

PARTE CENTRAL
  • Construir los objetivos marcados por la sesión.
Dos bloques de aprendizaje con objetivos en progresión de juego individual en juego colectivo

Trabajo específico de objetivos siguiendo principio de aprendizaje constructivo:

  • Ofrecer progresivamente una mayor libertad de opciones, pero siempre con toma de decisión
  • De sin oposición hacia oposición activa

Después de los objetivos realizar recuperación activa con volumen de tiro real mediante ruedas o competiciones

PARTE FINAL
  • Poner en práctica el aprendizaje de fundamentos en juego real
  • Devolver el jugador en una situación de calma que favorezca la asimilación de objetivos
Situaciones reales de juego reducido con objetivos específicos de entrenamiento (no implica hacer 5c5) siguiendo la siguiente estructura:

  • Juego global con libertad de actuación de los jugadores.
  • Juego analítico para exigir en juego los objetivos de la sesión.
  • Juego global para que los jugadores pongan en práctica por propia iniciativa el aprendizaje.

Finalizar con objetivos de tiro

Lluís Riera

Entrenador asistente del Divina Joventut

Director del portal basketanalisis.wordpress.com

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